La corrupción al más alto nivel
Continúa siendo Tlalnepantla un nido de corrupción, quienes circulan por las avenidas Gustavo Baz, Jesús Reyes Heroles y Mario Colín son víctimas de atracos por parte de los elementos de seguridad pública y tránsito municipal, y todo esto frente a los ojos del alcalde y demás autoridades, que recordemos prometieron eliminar la inseguridad y se arrastraban por un voto; es así como pagan ahora la confianza de los habitantes.
Estas avenidas se han convertido en una verdadera pesadilla para los ciudadanos que diariamente las atraviesan, debido a que en cualquier momento y por cualquier pretexto burdo, los elementos de tránsito municipal marcan el alto a fin de pedir de manera altanera e impune sobornos y esto sucede a todas horas del día con la mayor impunidad y el mayor descaro, y claro, lo hacen porque son instrucciones del edil.
Según varias declaraciones de elementos de esta coordinación que por obvias razones omitiremos sus nombres, la cuota debe ser cubierta diariamente sin pretexto ni condición especial, cinco mil pesos es lo que deben de entregar a sus comandantes; los deben obtener de cualquier forma o manera y así comienza el círculo de corrupción y asaltos a los ciudadanos.
Los oficiales comentan que el dinero es parte fundamental para no hacerse acreedores a castigos o incluso a despidos, además de que en caso de no entregar este dinero puntualmente son regañados de forma violenta y castigados incluso con golpes físicos.
Asimismo, preguntamos sobre ese grupo de choque que utilizan carros blancos y asaltan a los conductores sobre todo en la avenida Reyes Heroles, y nos comentaron que no son policías ni están registrados por la corporación policiaca, a fin de que cuando se pidan razones de ellos no existan en los registros de la policía, sin embargo dicen que fueron contratados por el director de seguridad y las instrucciones son claras y precisas: no molestarlos nunca mientras trabajan.
Es así como paga Ugalde la confianza que los ciudadanos depositaron en él cuando casa por casa solicitaba el voto para su causa, ahora que esta a punto de culminar su mandato no escatima en robos y atracos contra la ciudadanía que tanto lo apoyó. En fin, las promesas quedaron en eso y las acciones van en completo detrimento de los pobladores que solo esperan la ahora de que termine ya por fin la pesadilla de los Ugalde al frente de la ciudad.
Lo más preocupante es que al interior de la corporación existen ya muchos problemas debido a estas requisiciones que piden los comandantes, sin embargo los elementos también necesitan su chamba por lo que tienen que cometer estos atracos a fin de conservar su empleo, es indignante que tengan que cometer estos robos por instrucciones de quienes no conocen los límites de la corrupción y las mafias.