Toluca / Estado de México
Refuerzan labores de farmacovigilancia la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de México (Coprisem) para detectar reacciones desfavorables que pudieran causar los medicamentos suministrados a pacientes del sector salud, pues en el año 2013 se detectaron 248 personas con reacciones negativas.
En este contexto, Fernando Díaz Juárez titular del organismo detalló que esta labor está coordinada por las 18 Jurisdicciones de Regulación Sanitaria que hay en la entidad.
Según la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la farmacovigilancia es la observación de los efectos, tanto benéficos como nocivos, que producen los medicamentos en las personas.
Tras esta estrategia, en 2013 la Coprisem reportó 248 pacientes que presentaron reacciones negativas al ingerir ciertas medicinas, mientras que en 2012 sólo registró 11.
Díaz Juárez dio a conocer que en México se implementó la farmacovigilancia en 1995, cuando la Secretaría de Salud federal la incorporó al programa de control y vigilancia de medicamentos.
“En la actualidad la actividad es regulada por la Norma Oficial Mexicana NOM-220-SSA1-2012, que obliga a las autoridades sanitarias, a los profesionales de la salud, a los pacientes y a sus familiares a reportar las reacciones adversas que pueda provocar la ingesta de fármacos”, comentó.
Señaló que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que para tener una efectiva farmacovigilancia cada entidad federativa debe reportar al año por lo menos 100 notificaciones oportunas de reacciones nocivas por cada millón de habitantes, sin embargo, en este tema, reconoció, aún hay poca participación.
Ante ello, la Coprisem organizó en 2013 tres foros, cuya finalidad fue la capacitación a Unidades de Farmacovigilancia de hospitales y clínicas estatales, que incluyeron pláticas a médicos, enfermeras, químicos y estudiantes de nivel superior, en los cuales participaron casi mil 600 personas.
Fernando Díaz indicó que el organismo que preside trabaja para sensibilizar al sector público, social y privado sobre la importancia de vigilar, atender y reportar las reacciones desfavorables de medicamentos, no sólo como tareas de un programa permanente, sino como muestra del compromiso que la institución tiene con la salud de los mexiquenses.