El ex alcalde de Acambay busca reconstruir el partido desde las bases y acabar con el divisionismo
Ciudad de México
El panista Mario Flores, con 18 años de militancia, aspira a contender por la dirigencia del Comité Ejecutivo Nacional del PAN «con la firme convicción de devolver al partido hacia una dirección incluyente y con oportunidades».
El abogado de profesión busca competir bajo el lema «Rescatemos al PAN» y de ser así, se enfrentará a panistas reconocidos públicamente: Ernesto Cordero, Gustavo Madero, Juan Manuel Oliva, José Luis Luege Tamargo y, probablemente, Josefina Vázquez Mota.
Cabe destacar que aunque Mario Flores no es reconocido ante la opinión pública, cuenta con el respaldo de diversas organizaciones ciudadanas afines al PAN.
Al respecto indicó que por primera vez los militantes podrán elegir al presidente del CEN mediante el voto libre y secreto, lo cual abre una posibilidad tangible para que por vez primera la dirigencia surja desde sus bases.
En este sentido, se manifestó confiado en que lo respaldarán, pues el organismo político requiere ver “caras frescas”.
También sostuvo que reunirá las más de 22 mil firmas que se necesitan para sostener su candidatura y anticipó que su proyecto es formar cuadros, y no grupos al interior de Acción Nacional, aunque no aclaró de donde vendrá el presupuesto para su campaña.
Exhortó a los militantes del PAN a unir esfuerzos y voluntades con la finalidad de reconstruir la grandeza del partido y recobrar el legado de sus fundadores por lo que dijo, “urge acabar con todo tipo de divisiones al interior del partido y se deben recuperar los ideales patrióticos impulsados por Manuel Gómez Morín”.
El ex alcalde de Acambay afirmó que es necesario recuperar la confianza de la gente y para ello se deben incluir los liderazgos de todos los ámbitos y se deben hacer a un lado los egoísmos y protagonismo que destruyen la unidad del partido.
Finalmente, dijo estar preocupado por el futuro del pueblo de México, por lo que dijo que su aspiración será un instrumento ciudadano para la realización del bien común.