Cuando la Reforma Energética estaba en proceso de aprobación y luego de ser aprobada, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, hablaba de las bondades que traerían consigo dichos cambios, entre ellos, que el precio de los combustibles y de la electricidad se mantendrían bajos y estables.
Sin embargo, a lo largo de 2017 se han presentado mes con mes incrementos, además recordemos como fue el arranque de este año, con protestas en todo el país por el incremento de la gasolina y con ello de todos los productos básicos.
Pero no ha sido lo único, mes con mes se ha incrementado el precio del gas LP, pero parece que al cierre del año se presentará el golpe más fuerte, pues de octubre a noviembre el aumento será considerable.
Mientras en octubre el cilindro de 10 kilos costaba 179 pesos, este mes ya tiene un precio de 185; el de 20 kilos pasó de 357 a 370, es decir, 13 pesos más; el de 30 kilos aumentó de 536 a 554 y el de 45 kilos incrementó su precio de 804 a 831 pesos.
Sin duda esto afecta los bolsillos de los mexicanos, pero también pulverizan el salario mínimo, fijado este año en 80.04 pesos para todo el país.
Y es que de acuerdo a los precios actuales de los productos, con este salario alcanzaría para comprar un kilo de jitomate, uno de papa, un kilo de frijol, un cuarto de chile, medio kilo de cebolla, un kilo de tortillas, sal, pero nada de carne, y ni que decir del esfuerzo que se tiene que hacer para comprar un tanque de gas.
El secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, justificó el aumento del gas LP y afirmó que se deriva de la caída de los inventarios en Estados Unidos, principalmente, por los efectos del huracán Harvey sobre la infraestructura productora, y también por una mayor demanda de ese hidrocarburo.
Y ya de paso dijo que se debe incentivar la expansión del gas natural. “Un competidor natural del gas LP es el gas natural”.
Por ello, al comparecer ante la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados en el marco de la glosa del Quinto Informe de Gobierno, pidió la ayuda de los legisladores, pues las redes domiciliarias para distribuir ese energético en las distintas entidades del país se atoran en los ayuntamientos o en las delegaciones.
También dijo que caída de la producción de crudo en el país no empezó con la reforma energética, sino desde 2004, y se debe principalmente a la declinación del yacimiento súper gigante de Cantarell, que empezó en ese año y que proporcionaba 62 por ciento de la producción de crudo.
Y lo que se hizo –a su decir- con la reforma energética fue frenar esa declinación. “Pero quienes conocemos esa industria, sabemos que una industria petrolera es de plazos largos y extensos periodos de maduración”.
En su discurso, el funcionario federal habla de todos los avances que se han tenido con dicha reforma, sin embargo, los bolsillos de los mexicanos no coinciden con ese discurso, pues están sumamente golpeados.
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