DAÑOS NO SUPERADOS
La escuela Telesecundaria “Cuauhtémoc” 0013, ubicada en la colonia el Calvario del municipio de Tejupilco, sufrió severos daños por los temblores del 19 de septiembre de 2017, quedando inhabilitadas al menos dos aulas en donde ya no es posible impartir clases, las consecuencias de este fenómeno natural la viven al menos 83 alumnos de segundo grado, inscritos en el grupo A y B de esa escuela, quienes no cuentan con su salón de clases para recibir la educación que imparte el Estado de México.
El peregrinar de los alumnos y sus maestras después del temblor ha sido tormentoso, primero fueron ubicados en unas aulas prestadas de una escuela particular cuyos dueños apoyaron en su momento, ahí estuvieron un mes completo, sin embargo por la lejanía del lugar y los gastos que esto generaba a los padres de familia se vieron en la necesidad de buscar un lugar más cercano a la institución de origen.
A inicios de noviembre de 2017 el destino fue una bodega, un lugar amplio y alto, sin divisiones para recibir clases, generando muchas dificultades para trabajar con los dos grupos, a manera de ejemplo, la acústica del lugar afectaba en perjuicio del trabajo, no se escuchaba con claridad lo que se hablaba, los ruidos externos eran más intensos de lo normal, el paso de los carros generaba distracciones en las actividades con los alumnos, no existían condiciones pedagógicas para hacer docencia en ese inmueble.
Al regresar del período vacacional, el ocho de enero del año que inicia, las profesoras de los grupos recibieron la indicación de regresar a la escuela, sin importar que no contaran con salones para ubicar a los estudiantes, en razón de que las aulas dañadas siguen a punto de colapsarse, las cuarteadura de las losas del primer piso están igual, incluso los recuerdos del temblor lo tienen presentes los estudiante, ellos vivieron los momentos traumáticos del 19 de septiembre: “por suerte ese día no nos cayó el techo”, dice un alumno aún con cierta incertidumbre en sus ojos.
A partir del primer día de clase de este año fueron ubicados en la intemperie, el sereno de la mañana y el intenso frío los hace titiritar, el miedo a enfermarse es constante: “el viento también arrecia, a mí ya me duele hasta mi garganta”, dice otro alumno.
Resignados también comentan: “…nos tenemos que aguantar, que le vamos a hacer, imagínese en febrero se viene el frio más intenso, cómo vamos a estar aquí, esto es más inseguros que afuera y que en nuestros propio salones que están por derrumbarse, díganos cómo le vamos a hacer, hasta parece que estamos abandonados, nadie nos quiere ayudar, ¿qué hemos hecho nosotros para que nos traten así?,…”, pregunta un alumno del grupo A.
A casi cuatro meses del temblor no han recibido la más mínima atención, ninguna institución competente ha hecho algo para mejorar las condiciones de los salones, se asegura que incluso han sido engañados, les dijeron que para esa escuela se habían destinado dos aulas móviles, de esas que se ofrecieron a nivel federal, sin embargo no llegan y los alumnos puede tener más complicaciones que se sumarían al impedimento de recibir clases en condiciones normales y pedagógicas.
La escuela cuenta con 17 maestros y 508 alumnos, de los cuales aproximadamente el 20% requiere urgentemente de la ayuda de la autoridad educativa, otra tarea urgente de la Subsecretaría de Educación Básica y Normal, que no puede tolerar esta violación al derecho a la educación de 83 estudiantes del sur del Estado de México.
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