Sería bueno que se legisle sobre los servicios concesionados a particulares que se ha convertido en negocios redondos que dejan grandes dividendos económicos a los gobiernos estatales y municipales en todo el país; sin tener que justificar las entradas de esos dineros que vienen a ser literalmente “maquinitas tragamonedas” un jugoso negocio de recaudación paralelo a los impuestos fiscales, son nada menos que los negocios concesionados a empresas públicas privadas a largo plazo.
La concesión de la recolección de basura, el alumbrado público, los parquímetros, entre otros que son los que generan grandes cantidades de dinero a arcas alternas a las haciendas municipales, el negocio es jugoso y deja dividendos de cuando menos un 30 y 35 por ciento de ese dinero legal. Sí pero sin que tenga que ingresar como un impuesto fiscal y esto lo avalan los propios alcaldes y tesoreros locales.
Por ello en cada ciudad municipal existen esos tipos de negocios de recolección de dinero paralelo a los impuestos y a los propios presupuestos por lo que no se revelan dichas cantidades económicas y además no se emplean para realizar obras y servicios públicos en las demarcaciones.
Sería necesario que los Congresos Estatales, legislen ese tipo de negocios alternos a los presupuestos municipales, para que no sean utilizados para intereses de uso particular de los munícipes y tesoreros y si la población también paga por esos servicios concesionados estos debieran beneficiarse con las derramas económicas en rehabilitación de los servicios públicos, ya que todo se deriva de sus pagos de impuestos controlados por las legislaturas locales.
Hay que analizar que no solamente esos servicios concesionados son un negocio particular de esas autoridades, sino que existen otros debieran ser gratuitos; pero sin embargo se exigen cuotas para su uso como el caso de las carreteras de doble piso, las vías de comunicación que también se concesionan y otros servicios que no aparecen dentro del control hacendario.
No es extraño que en varios municipios del Valle de México, esté inconforme la ciudadanía al ver que los gobiernos municipales, como Tlalnepantla, Naucalpan, Cuautitlán, Huixquilucan, Atizapán de Zaragoza, por nombrar algunos en este último año de administración pretendan otorgar esas ampliaciones de servicios concesionados, cuando los elementos de tránsito y policía municipal, se dedican a extorsionar a los padres de familia en los horarios de entras a las escuelas primarias y secundarias que se ubican en arterias de alta circulación, en lugar de abanderar a los conductores, estos son extorsionados por bajar a los alumnos a las puertas de esos planteles educativos, cuestión que se ve a diario a la entrada y salida de clases, ¿será que desconocen, los ediles ese tipo de prácticas de abuso de autoridad?
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