No tirar basura en los bosques y frenar las obras en vialidades para no atorar el tráfico vehicular ¿serán medidas suficientes para ayudar a mitigar la masa de humo contaminante que ha invadido el Valle de México y de Toluca en los últimos días?
Creemos que no, se necesitan políticas públicas contundentes para atacar este problema que se agudizó con los incendios forestales provocados, pero que ha prevalecido desde hace mucho tiempo. Desde hace años respiramos un aire tóxico, que enferma a la ciudadanía y por tanto violenta varios de sus derechos.
La población, por su puesto, debe hacer su labor, obviamente no tirar basura, pero lo más importante es no generar basura, y para poder lograrlo se requiere terminar con la cultura consumista, pero no sólo funciona disminuir la compra de productos, no usar popotes, bolsas de plástico, etcétera. Lo que realmente provocaría un cambio sería dejar de producir en grandes masas, pues la sobreproducción es lo que hace daño al planeta, porque se generan más desechos y se requiere de más materia prima para generar esos productos, por tanto se debastan más áreas verdes; por mencionar un ejemplo, cada año se pierden miles de hectáreas de selva para plantar palma y así producir aceite (dañino para la salud), con el que se elaboran cientos de alimentos (galletas, pan, confitería…); es así que se debasta todo un ecosistema, se mueren árboles y flora vital para el medio ambiente, vital para existencia de animales, animales que ahora están en peligro de extinción porque su hábitat se ha reducido, porque no encuentran alimento, porque donde antes había agua ahora hay tierra seca.
Actualmente está de moda la palabra sustentable, sin embargo no se aplica una producción así, porque los diferentes gobiernos no aplican medidas para obligar a la industria (sector que no está actuando por sus intereses económicos) a evitar la explotación de la materia prima en grandes cantidades; el mar es un claro ejemplo, se pesca en cantidades exageradas, lo que ha provocado la extinción de muchos peces y especies marinas, como es el caso de las diferentes variades de atún, son tan pocos los que quedan, que su reproducción es mínima; los mamíferos que viven del mar también padecen la disminución de peces con los que se alimentan, y todo esto ha provocado un desequilibrio en el océano, mueren bancos de coral que ayudan a equilibrar la temperatura del mar y por tanto de toda la tierra, mientras que proliferan erizos que, sin intención, provocan la muerte de las algas doradas y así se va haciendo larga la cadena, iniciada por la ambición destructiva de la humanidad.
Lo que está pasando ahora en el país ya no es un síntoma, es la enfermedad, pero que tampoco se está atendiendo; la contingencia no aplica para el sector industrial, el cual también debería parar o al menos disminuir su actividad; pero los gobiernos son incapaces de tomar acciones por los costos políticos y económicos, porque también significaría la pérdida de empleos, porque el sector empresarial no pierde y lamentablemente se cobra con el recorte de personal, con salarios castigados, con la disminución de derechos laborales.
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