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Luis Zamora Calzada

Hartazgo Contra PRI, PAN, PRD Y Otros

Luis Zamora Calzada

 

“Estamos hasta la madre de los pinches partidos, son un nido de ratas, ponen a los que nos roban (gobernantes) y nosotros bien contentotes, no se vale, nos partieron en la madre con esto de la gasolina, nos han fregado, yo siempre he votado por el PRI, pero no pienso hacerlo más, a otros con su piche bultito de cemento, que se vayan al carajo…”, dice iracundo Don Miguel de la sección 5269 del Municipio de Toluca, quien se mantiene rentando mesas y sillas que traslada en una camioneta -ya no tan reciente-, él asegura que por 20 litros de gasolina magna hoy paga 50 pesos más y no puede subir sus precios porque los clientes ya no lo pagan, “si esto sigue así voy a quebrar, ¿qué voy a hacer después?”, asegura con una mirada triste y de mucho enojo.

 

Este sentimiento recorre los rincones del Estado de México y del país, la gente sabe que los diputados del PRI, PAN y PRD votaron por el aumento de la gasolina y el diésel al aprobar la Ley de Ingresos de la Federación 2017.

 

En esa sesión del 20 de octubre del año pasado, en la Cámara de Diputados federal los datos estadísticos de los votos hechos públicos señalan a 193 diputados del PRI, PAN 102, PRD 42, PVEM 29, Movimiento Ciudadano 20, Nueva Alianza 10 y Encuentro Social 9 sufragaron para que subieran los precios de los combustibles que hoy tienen postrada a la gente e incendiando a México.

 

Los senadores no se quedaron atrás, aprobaron esta autoritaria ley 40 senadores priistas (PRI), 15 panistas (PAN), 9 perredistas (PRD), 6 del verde ecologista (PVEM) y 2 petistas (PT).

 

Lideran en dictar leyes en contra del pueblo los del PRI porque son mayoría en el Congreso de la Unión, acompañados de los otros dos firmantes del “Pacto por México” (PAN y PRD) que aprobaron las llamadas reformas estructurales que finalmente han matado a “la gallina de los huevos de oro” y en proceso de destrucción de la educación pública entre otros.

 

El hartazgo y enojo de la gente no se reduce a manifestaciones como la de Don Miguel, se ha ampliado al repudio en contra de los diputados en hechos como la agresión que sufrió César Camacho Quiroz ─diputado federal del PRI por el Estado de México─, quien recibió sendos jitomatazos el miércoles 18 de enero en el Palacio de Minería en la Ciudad de México, le gritaron que regresara el bono navideño que se auto asignaron los diputados federales en el mes de diciembre de 2016.

 

A esto se suma la convocatoria de aventar pañales desechables usados y sucios a todas las sedes priistas de los estados de la repúblicas y sus municipios, visible en las redes sociales desde el día viernes 20 de enero.

 

Las acciones del enojo social a través de algunos actores en grupos reducidos tienden a radicalizarse, la información pública generada respecto a los sueldos de funcionarios públicos, diputados locales y federales, senadores, entre otros, pertenecientes a las cúpulas que mal gobiernan están provocando reacciones y manifestaciones de hartazgo.

 

En la nota del semanario PROCESO 2099, “La austeridad dorada” de Arturo Rodríguez García, se dan a conocer datos que irritan más a la gente, ratifica el salario de un secretario de estado que asciende a 205 mil pesos mensuales, además informa que les pagan cuatro teléfonos celulares y les dan once mil cuatrocientos sesenta pesos al mes para su gasolina.

 

Un subsecretario de acuerdo al artículo gana 203 mil pesos al mes, señala además “…los mil 612 funcionarios de los gabinetes legal y ampliado, se concluye que tienen percepciones que van de los 120 mil a los 213 mil pesos mensuales.

 

Y no tienen que preocuparse por el precio de la gasolina, pues a todos les dan recursos para eso: 414 reciben 5 mil pesos mensuales; a 285 les dan 3 mil 750 y 913 cuentan con 2 mil 958 pesos mensuales para el combustible de sus vehículos….”, ¡pobres angelitos, en verdad se mal pasan!, además estas cantidades son totalmente superiores a las despensas y utilitarios que reparten a la gente en tiempos electorales.

 

En la otra cara de la moneda, hay voces priistas que aseguran que un salario mínimo de 100 pesos es mucho para los mexicanos.

 

Esta es la gran inequidad que hoy se combate en las calles y que seguramente determinará el rumbo de las elecciones venideras, en donde los candidatos de los partidos son nombrados por grupúsculos enquistados en el goce del presupuesto público ─nunca por sus militantes y mucho menos por los que hacen el proselitismo y la talacha en cada elección─, seguramente harán de todo para intentar garantizar y mantener sus canonjías tan repudiadas por la población que se debate en la pobreza que aumenta cada día que pasa de esta administración.

 

 

 

 

 

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