El programa estrella de esta administración federal es la Cruzada Nacional Contra el Hambre, pero más allá de los asistencial (de las despensas), nos preguntamos los mexicanos que se está haciendo para contrarrestar las cifras que vienen de organismos internacionales, que nos colocan como un país sumamente vulnerable y nos desalientan en la esperanza de tener un futuro más prometedor.
En estos días se dio a conocer que México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con el ingreso familiar más bajo, 4 mil 500 dólares, en el periodo de 2007 a 2010, frente a los 20 mil 400 de media en los 34 países miembros, y el segundo por las desigualdades entre ricos y pobres después de Chile.
Y por si fuera poco, con todo y cruzada, México se convirtió en el país de la OCDE en el que un mayor número de sus habitantes carecen de los suficientes recursos económicos para comprar los alimentos mínimos necesarios para alimentarse, reveló un reporte de ese organismo publicado este martes.
Al menos 38.3 de cada 100 personas en México (casi 4 de cada 10) no disponen de suficiente dinero para comprar comida, sostuvo el reporte «Panorama de la sociedad», que mide la inequidad en el conjunto de naciones que pertenecen a la OCDE, en donde hay naciones económicamente desarrolladas y en (supuesto) desarrollo.
En porcentajes, la caída anual de los ingresos de los mexicanos corresponde al 6 por ciento; también ocupaba la segunda posición, tras Israel, por la proporción de pobres, con un 20.4 por ciento de la población con menos del 50 por ciento del ingreso medio.
Entre 2012 y 2013, años gobernados por Felipe Calderón Hinojosa (PAN) y Enrique Peña Nieto (PRI), el gasto público en la protección social representa el 7.4 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), la cifra más baja del conocido «Club de los países desarrollados», donde la media es el 21.9 por ciento, y llega a suponer un 32.8 por ciento en Francia.
Además, los encargados de realizar el estudio señalaron a México como uno de los pocos países que carecen de prestaciones por desempleo y que el peso del sector informal hace que buena parte de la población carezca de cualquier tipo de protección social.
Por último, el informe señala esperanza de vida de los mexicanos en 2011 era de 74.2 años, la más baja de la OCDE, que era de 80.1 años de media. Y eso que en las cuatro décadas precedentes, había aumentado en 13. 3 años.
Muchas de estas cifras corresponden a años anteriores, durante los gobiernos panistas, los mexicanos de verdad esperan se revierta esta situación con las administraciones priistas, a quienes se les dio una nueva oportunidad, pues de lo contrario la desilusión de la población crecerá ante la falta de alternancia partidista.
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