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Las renuncias, un reflejo de ambiciones políticas y conflicto de interés…personal

El Presidente Enrique Peña Nieto terminó el 2014, e inició un escandaloso 2015, pero no sólo con temas de reformas, corrupción, inseguridad, fosas, calcinados y desapariciones, sino con asuntos que, dicho por muchos, señalan cierta debilidad en la estructura de su gabinete.

Los rumores de las renuncias de dos de los secretarios en el gabinete de Peña Nieto -Osorio Chong y Luis Videgaray- han sido relacionados a una pérdida de confianza, o a una estrategia personal de los mencionados, con aspiraciones a enfilarse hacia el 2018, pero esas suposiciones son inquietantes en estos tiempos de crisis para Enrique Peña Nieto.

Valga un recuento de los involucrados

El pasado 19 de enero, el periodista Ciro Gómez Leyva, en El Universal, escribió: Miguel Ángel Osorio Chong, “en horas previas a la Navidad, fue a presentar su renuncia como secretario de Gobernación”.

El 5 de febrero, nuevamente, el periodista Ciro Gómez Leyva insinuó, basándose en “versiones creíbles”, que el todopoderoso Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, también habría entregado su dimisión a su amigo, jefe y cómplice: Peña Nieto.

Alfonso Navarrete Prida, Secretario del Trabajo, igualmente presentó su renuncia al Ejecutivo, y tampoco se la aceptaron.

En los círculos políticos van y vienen los comentarios de que el gabinete de Peña Nieto se ha desgastado muy de prisa debido a los escandalosos actos de corrupción, aunque otros señalan que se le adelantaron los tiempos, y que ya son necesarios los cambios en el gabinete con el arrancó el sexenio. Otros más señalan que es una estrategia de ambiciones políticas de cara al 2018.

La renuncia de Navarrete Prida, por ejemplo, correspondería a estrategia de ambiciones políticas ya que es de muchos conocido el interés que tiene de ser el primer Fiscal Anticorrupción de México.

Aunque es de reconocer que tiene experiencia en el terreno, pues fue procurador de Justicia del Estado de México y hasta ahora es alentador para él, que tendría como competencia al desprestigiado Alfredo Castillo, que todos lo recordamos por el tan sonado caso de la niña Paulette, pero lástima porque tampoco le aceptaron la renuncia.

Peña Nieto sí sabe que debe hacer un cambio en su Gobierno, pero se encuentra en un conflicto personal.

La renuncia de Videgaray correspondería un conflicto de interés, pero personal porque la conducción económica del país no ha sido lo que se creía, y para rematar, su casa en Malinalco, ya de todos conocida, con todo y jardín, gracias a los beneficios que le brindó Grupo Higa para su respectiva compra y renta.

 

Por último, y no ello menos importante, la renuncia de Osorio Chong que la presentó en Navidad para, de acuerdo a sus dichos, “darle siempre el mayor margen de acción posible al jefe para que pueda refrescar al gabinete”. Lo que se pudiera traducir que él prefiere generar un impacto favorable en la opinión pública, pero la realidad es que el tiempo apremia y tendría que estar ya construyendo su candidatura a la Presidencia de la República para el 2018.

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