Desde la creación de las escuelas, el fenómeno del bullying ha existido. Y es que la psicología, los comportamientos de los individuos son diversos, por lo que en este sentido un pensador dijo: “Cuando algo pasa, nos juntamos en familia. Cando vivimos juntos, buscamos la forma de hacernos daño”.
Y resulta paradójico que en pleno siglo XXI, con la llegada de la alta tecnología y del uso del Internet, por la inexistencia de políticas adecuadas que regulen este tipo de medio de comunicación, el famoso bullying crezca de manera desmesurada.
Así, mediante el uso del Internet, donde se navega en distintos servicios (yahoo, facebook, badoo, tuither, etcétera), el bullying ya es toda una preocupación para el magisterio que siempre se encarga de educar; formar hombres y mujeres de bien, a las futuras generaciones de quienes llevarán las riendas en los hogares o en los distintos niveles de gobierno.
Llama la atención el dato que proporcionó la investigadora Luz María Velázquez Reyes, durante la presentación de uno de sus libros en uno de los auditorios del Sindicato más grande de América Latina: el SNTE, en el sentido de que la violencia manifestada por Internet, los adolescentes recurren en un 26 por ciento al acoso sexual y al envío de pornografía a las amigas o conocidas de escuela.
De ahí lo indispensable que las autoridades en sus tres niveles, incluso los legisladores, vean este asunto en toda su dimensión, ello para evitar que los adolescentes sigan cayendo en prácticas negativas que con el paso del tiempo solo les acarrearan problemas.
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